Volar en Globo es una experiencia inolvidable que se puede practicar durante cualquier día del año, en cualquier estación, y siempre que el tiempo lo permita.
El mejor momento para volar es al amanecer y al atardecer porque son las horas en la que “el viento cae”. Durante las horas centrales del día, cuando el sol va calentando, se levantan brisas que obligan a aterrizar.
Siempre que las condiciones meteorológicas sean favorables organizamos tu Vuelo en Globo de hasta una jornada completa de duración, o paseos, con una duración de más de una hora, en los que llegan a recorrer entre los diez y veinte kilómetros, dependiendo de la intensidad de la brisa.
A pesar de que no se sabe el lugar exacto de aterrizaje, el piloto optará siempre por una zona accesible para el vehículo de apoyo que vigilará constantemente desde tierra tu trayectoria. La misión principal del piloto y todo el equipo es ofrecer emociones bajo unos estrictos parámetros de seguridad, que proporcionen al viajero una experiencia única, con las condiciones adecuadas.