Paseo en globo Empordá

Nuestros globos despegan de Colomers, volar en globo en la zona del Empordá Costa Brava es una actividad que se viene realizando desde hace más de veinte años y el paisaje, los colores y contrastes de esta comarca hacen de ella una de las más atractivas de Cataluña para vivir un vuelo en globo.

El plan para el día del vuelo será el siguiente, nos encontraremos en el campo de despegue a la hora acordada. El horario del vuelo varía en función de la época del año, así en invierno es a las 8am, y en verano a las 7am. Una vez allí, el piloto se presentará y explicará los pasos para montar el globo. Él, junto a su ayudante bajarán la cesta y extenderán la vela del globo, colocarán los quemadores y todo lo necesario. Es el momento de empezar a inflar, un potente ventilador da el aire inicial para abrir la vela, los pasajeros si quieren pueden colaborar en la labor sujetando la tela, mientras iremos tomando fotos para el albúm del día. Poco a poco el globo va tomando forma, todavía tumbado sobre la hierba, el piloto comienza a meter aire caliente con el quemador, y unos minutos después se empieza a levantar, casi mágico, ante la expectación de todos. 

Una vez en pié, los pasajeros pueden subir a la cesta, y tras hacer la prueba de radio con el equipo de tierra, el piloto da el breifing de seguridad. Comienza el vuelo en globo por el Empordá! El despegue es suave, majestuoso, nada que ver con otras aeronaves.

Al elevarnos, las primeras sensaciones, las primeras sonrisas, despegar junto al río Ter tiene su encanto y la zona con árboles y el casco urbano rural de Colomers es increíble.  El viento que es caprichoso nos llevará a su antojo, hacia el sur se divisa Foixá, una pequeña villa medieval con castillo y mirador que el escritor Josep Pla calificó como delicia recóndita, siguiendo podremos admirar Púbol, Ullastret o Peratallada. Volando en globo hacia el este divisaremos el macizo del Montgrí, Estartit o l'Escala. Al norte Sant Pere Pescador, San Martí de Ampurias y Figueras. 

El piloto hará un vuelo alto siempre que la climatología lo permita, para contemplar muchos de estos lugares sin perder de vista la Costa Brava, las islas Medas o la bahía de Rosas, para luego bajar y apreciar en detalle los campos de arboles frutales y viñedos, la fauna y los pueblos de allá donde el viento nos llevó.

Durante más de una hora disfrutaremos la sensación de flotar en un balcón con las mejores vistas, una experiencia tan relajada y gratificante que siempre recordarás con una sonrisa.

Aterrizaremos en un campo al que pueda acceder nuestro equipo para recoger el globo, y tras empaquetarlo volveremos al campo de despegue. Uno de los momentos más bonitos se produce en el restaurante, no en sí por el almuerzo, que es importante y generoso, sino durante la visión del reportaje fotográfico, los comentarios y las risas, momentos que quedarán para siempre en nuestra memoria y en el dispositivo digital usb que entregamos a nuestros pasajeros. La actividad termina con la entrega de diplomas y el brindis con cava, una tradición que perdura desde 1783 y se realiza cada vez que se vuela en globo.